La colección de la Real Armería tiene su origen en las disposiciones testamentarias del rey Felipe II, quien ordenó que no pudiera ser vendida en almoneda pública después de su muerte, según era costumbre para pagar las deudas terrenales y espirituales del difunto. Con ello vinculó la Armería a su hijo, el futuro Felipe III, y a sus sucesores. Esta decisión también implicó que la colección fuera considerada como inalienable de la Corona de España, constituyendo en la actualidad una de la joyas del Patrimonio Histórico Español.
La Real Armería de Madrid fue fundada en el momento de máximo esplendor internacional de la Corona. Creada en gran parte por el Emperador Carlos V (1500- 1558) y su hijo, Felipe II (1556-1598), alberga las armas personales de los reyes españoles y también varios trofeos militares y presentes diplomáticos y familiares que se convierten en vehículos esenciales para transmitir una ideología de poder (muy importante en aquella época) y un testimonio de la realidad histórica de España y Europa en los siglos del Renacimiento y el Barroco, hasta llegar a sus últimos ecos bajo la dinastía borbónica del siglo XVIII.
La Real Armería de Madrid se encuentra ubicada en la planta baja del Palacio Real de Madrid, y está considerada junto a la Armería Imperial de Viena e de Turín como una de las mejores colecciones de armas del mundo.
Desde principios del siglo XVI hasta finales del XVIII ningún elemento formaba parte tan relevante de las características esenciales de la imagen del gobernante europeo como la armadura. Monarcas, emperadores, príncipes y nobles se hicieron retratar con ella conscientes de su simbólica asociación al poder
La Armería tenía un papel trascendental como colección de referencia en el desarrollo del género del retrato armado para mostrar la fortuna de la dinastía y su poder dominante en Europa.
El vivac 1640 - 1650. Óleo sobre tabla, David Teniers II
De los varios artistas que abordaron temas bélicos durante el siglo XVII, ninguno mostró idéntico interés que David Teniers II en la plasmación de lo que se puede denominar la trastienda de la guerra. Con su acostumbrado rigor táctil describió en sus pinturas infinidad de objetos castrenses colocados en primer plano sin orden aparente, con la casual incorporación de alguna figura, como aquí los personajes que cuelgan las corazas o ayudan a descalzarse a sus compañeros
El núcleo principal de la colección actual se corresponde con la armería del emperador Carlos V, que a su vez custodiaba armas pertenecientes a su padre, el rey Felipe I de Castilla, y a sus abuelos, el rey Fernando el Católico y el emperador Maximiliano I de Austria. A ellas Felipe II agregó su armería personal y las armas medievales procedentes del tesoro real Trastamara del Alcázar de Segovia.
Armadura de Carlos V a caballo, pieza de la Armería Real de España
En 1884 un incendio destruyó el edificio de la armería construido por Felipe II. Alfonso XII (1857-1875-1885) ordenó la construcción de su sede actual, obra terminada tras su muerte por voluntad de su esposa, la reina regente María Cristina de Habsburgo.
INTERIOR DE LA ARMERÍA
Intérieur de l'Armeria (Madrid).- Dibujo de Gustavo Doré, artista francés, grabador e ilustrador (Estrasburgo, 1832 - París, 1883).
El dios Marte (1638). Diego Velázquez.Museo del Prado, Madrid
Velázquez pintó al dios de la guerra sentado, desplegando todos sus atributos militares: bengala en la mano derecha, morrión sobre la cabeza, con su armadura, escudo y espada en el suelo, a sus pies.
PARTES DE LA ARMADURA
Para resguardo de la cabeza servían:
el yelmo y sus similares protegiendo la parte superior y formado por morrión, visera y barbera
el morrión: era la parte alta del casco, donde solía haber la cimera
la visera que cubría el rostro
la barbera, o 'barbote', para la boca y la barbilla
la gola que defendía el cuello por delante
la cubrenuca que defendía el cuello por detrás.
Las extremidades superiores se cubrían con:
las hombreras en el hombro
los guardabrazos en la parte superior del brazo
las sobaqueras en las axilas
los codales en el codo
los brazales en el antebrazo
los cangrejos en la parte opuesta del codo
las manoplas en las muñecas y manos
los guanteletes en los dedos y la mano
Partes de una armadura del siglo XVI
Las extremidades inferiores se protegían por:
los quijotes o musleras para defensa de los muslos
las rodilleras para las rodillas
las grebas para las piernas
los escarpes y zapatos herrados para el pie
la tarja o tarjeta, que se añadía a dichas piezas en las justas y consistía en un escudito que se fijaba en la parte superior e izquierda del peto y que llevaba pintado el emblema y la divisa del caballero noble.
En el siglo XVI, Carlos V (1500-1558), comienza una colección de armas, que será el núcleo de la Real Armería, encargando los trabajos a los mejores centros de producción de los territorios controlados por su imperio (en un primer momento alemanes como Desiderius Helmschmid y más tarde italianos como los hermanos Negroli). No se trata, pues, de armaduras militares de tropa, sino de encargos especiales hechos para la Corte, como objetos de lujo, tanto para las paradas, justas, torneos y demás festejos, como para las propiamente de batalla.
El emperador Carlos V, a caballo, en Mülhberg. Tiziano (1548).
La propaganda imperial presentó la campaña contra la Liga de Smalkalda (1547) como un conflicto político y no religioso destinado a castigar a quienes se habían sublevado contra su legítimo señor; de hecho, destacados nobles luteranos, como Mauricio de Sajonia, apoyaron a Carlos, en cuyo ejército eran mayoría los protestantes. Además, mientras Tiziano pintaba el retrato en Augsburgo, Carlos auspiciaba en la ciudad la celebración del Interim, en un último intento por aproximar a católicos y protestantes.
Enfatiza la relación de Carlos con el Sacro Imperio recurriendo a una iconografía habitual en la representación de su titular desde el medievo, y revitalizada por su abuelo Maximiliano con motivo de su coronación en Trento en 1508
El Emperador Carlos V de Pompeyo Leoni
Otro rasgo distintivo de la decoración, que aporta un aspecto sobrio y elegante al conjunto, son las bandas grabadas y doradas que recorren sus piezas. Estas bandas, inspiradas en la indumentaria contemporánea, responden al gusto personal de Carlos V, y por ello aparecen en gran parte de sus armaduras.
Armadura del Emperador Carlos V Kolman Helmschmid 1470-1532 Augsbuego
Son diseños exclusivos, la alta costura del Renacimiento, confeccionados a medida de tal manera que cuando Carlos V sufre ataques de gota, la armadura articula perfectamente los movimientos del emperador sin molestarle. Decoraciones, repujados, damasquinados, los mejores armadores para plasmar hechos concretos, batallas importantes: Batalla de Mühlberg contra los príncipes protestantes, que Tiziano retrata con Carlos V a caballo vestido con la armadura de motivos ojivales denominada de Mühlberg y ligada simbólicamente al poder de la victoria
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Retrato de Carlos V armado. Juan Pantoja de la Cruz (1609).
Este retrato de cuerpo entero de Carlos V, con armadura, botas blancas y con los símbolos de su majestad imperial —el bastón de mando, la espada y la celada sobre el bufete— y los de la orden del Toisón de Oro, es una de las copias realizadas por Pantoja, concretamente en 1608, sobre el famoso original perdido de Tiziano, que pintó durante su estancia en Augsburgo en 1548.
Barda del caballo de Carlos V
Detalle de la barda anterior.
Desiderius Helmschmid silla de Carlos V. 1530
Borgoñota de Carlos V (1545). Filippo y Francesco Negroli. Acero, oro.
La Borgoñota de Carlos V simboliza la victoria del cristianismo sobre el Islam.
Juego de parada del emperador Carlos V Filippo Negroli 1510-1579 Milán
Borgoñona de Carlos V
Celada del emperador Carlos V. Desiderius Helmschmid (1540). Acero repujado, grabado y dorado. La decoración de esta celada no deja dudas sobre quién fue su propietario gracias a su barbote y al águila representada en gran parte de su superficie.
En las armaduras se encierra un rico y minucioso universo de follajes, flores, cornucopias, trofeos, seres fantásticos, delfines y personajes alegóricos, entre otros, cuya contemplación y disfrute estaba reservado, por su tamaño, al emperador y a su círculo físicamente más cercano.
Kolman Helmschmid, (Alemania, 1470–1532) Haugsburgo borgoñona del Emperador Carlos V de Haugsburgo con damasquinados en oro y acero.
Otro casco de extraño diseño realizado para el Emperador.
FELIPE II de Antonio Moro
La decisión de Felipe II de mantener unido este conjunto de armas se debe a dos motivos. En primer lugar la Armería tenía un gran valor simbólico y sentimental, tanto por ser la colección que mejor mostraba el poder de la Casa de Austria, como por contener las armas de su padre, el emperador Carlos V, a quien admiraba.
Felipe II con armadura a la romana de Pompeyo Leoni
Las armaduras personalizadas quedan vinculadas a hechos relevantes, triunfos ante los protestantes, turcos, franceses… a veces, en las rodelas o celadas, a figuras mitológicas muy del gusto de la época
Armadura a la romana de Felipe II
El gusto del rey se inclinará por la imagen clásica a la romana de connotaciones heroicas o por el vestido de corte excepto en las composiciones relacionadas con la batalla de Lepanto
Armadura de Felipe II llamada de las "aspas"
o cruces de Borgoña. Wolfgang Grosschedel (1551). Acero grabado y dorado, oro y latón
En segundo lugar, se trataba de una colección excepcional de armas de lujo, de gran valor material, que debía ser conservada apropiadamente. Sus sucesores fueron enriqueciéndola con parte de sus armerías personales y otras armas de diversa procedencia.
Armadura de la labor de las flores de Felipe II. Desiderius Helmschmid (1550)
Desde el siglo XVI es conocida como la «armadura de la labor de las flores », nombre que toma de su principal motivo decorativo: bandas grabadas de fondo dorado con flores pavonadas contrapuestas formando losanges que inscriben otros losanges más pequeños en el centro del campo
Borgoñota y rodela de Felipe II. Milán, 1560-1565. Por su exquisita decoración cincelada constituye una de las obras culminantes del Renacimiento alemán, en el que destaca entre las escasas armaduras alemanas con decoración cincelada, en relieve, en contraposición a las tradicionales superficies grabadas
Rodela
Ya durante el siglo XVII, los retratos con armadura siguen los modelos establecidos por Carlos V y Felipe II, siendo los retratos ecuestres o de cuerpo entero fijados por Tiziano y Antonio Moro las referencias obligadas en el desarrollo del retrato de corte en armadura. Las armaduras siguieron siendo objetos vinculados a la imagen del poder de la monarquía, desapareciendo progresivamente con el desarrollo de la moderna artillería, perdiendo su protagonismo en la pintura cortesana española.
Felipe II de Tiziano
Aunque Felipe II (1517-1598) no participa de la mismas afición por el ejercicio de las armas que su padre, sin embargo recoge el testigo entendiendo el valor ideológico y dando la importancia que merce al proyecto paterno, así de su puño y letra dibuja cómo y dónde se debe edificar la futura nave de la Real Armería, junto al Alcázar de Madrid, donde instala la Corte en 1561.
Felipe II a caballo con armadura de Pedro Pablo Rubens
La imagen del rey en este retrato se basa en un tapiz diseñado por Jan Cornelisz Vermeyen y en un cuadro de Tiziano. El diseño de la figura y el caballo repiten el retrato de Carlos V que se incluye en el tapiz La marcha de Rada, perteneciente a la serie La conquista de Túnez,
Los únicos cambios que hizo Rubens respecto del tapiz de Vermeyen conciernen al rostro del rey y a algunos detalles de su armadura. Rubens cambió a Carlos V por su hijo Felipe II, y lo hizo basándose en el retrato de este rey en armadura pintado por Tiziano en 1551.
Felipe III Juan Pantoja de la Cruz retrato armado de principe
Ya durante el siglo XVII, los retratos con armadura siguen los modelos establecidos por Carlos V y Felipe II, siendo los retratos ecuestres o de cuerpo entero fijados por Tiziano y Antonio Moro las referencias obligadas en el desarrollo del retrato de corte en armadura. Las armaduras siguieron siendo objetos vinculados a la imagen del poder de la monarquía, desapareciendo progresivamente con el desarrollo de la moderna artillería, perdiendo su protagonismo en la pintura cortesana española.
Armadura de Felipe III niño. Milán hacia 1585. Acero grabado, repujado, pavonado y dorado. y retrato de Felipe III niño
Retrato de Juan Francisco Alfonso de Pimentel armado. Diego Velázquez (1648).
Aparece armado, con espada y la banda carmesí de general, celada y bengala sobre un bufete, y ostentando el collar del Toisón de Oro
Juan Francisco Alfonso de Pimentel Ponce de León, X conde y VII duque de Benavente (1584-1652), aparece representado de más de medio cuerpo y con toda una serie de atributos que confirman su más alto rango militar dentro del ejército español.
Carlos II armado de Juan Carreño de Miranda
Carreño plantea en este retrato de cuerpo entero la nueva imagen oficial de Carlos II en edad adulta, tomando como modelo el prototipo iconográfico establecido por la escuela retratística española. El rey luce rica armadura alemana, espada, bastón de mando y banda carmesí de general de sus ejércitos, dotándole de un aspecto majestuoso y heroico. La armadura reproducida es la “de la labor de aspas” de Wolfgang Grosschedel de 1551
Felipe V anónimo
Tras la llegada de la Casa de Borbón la colección continuó enriqueciéndose con armas personales, trofeos militares y regalos diplomáticos, destacando los enviados desde Turquía, Túnez, Marruecos y Argelia entre 1766 y 1770. En el siglo XVIIII merece especial mención el importante papel de la villa de Madrid como uno de los principales centros europeos de producción de armas de lujo.
Espadas roperas con guarnición de lazo.
Data de los años 1580 a 1600. El término espada ropera (actualmente también conocida como estoque) surge en el Renacimiento en España para designar cierta clase de espada de hoja recta y larga, esgrimida a una mano.1 El nombre original español de la espada ropera es tizona (no debe confundirse con la espada de El Cid). Se le llama espada ropera porque se cargaba como un aditamento de la ropa, generalmente usada por moda y como arma de defensa personal.
Cachorrillos de viaje
Ya el siglo XVIII empezó a producirse era de líneas mas reducidas, comenzó a denominársela El “cachorrillo” y representa un arma de menor tamaño que la pistola de viaje. Con la aparición del nuevo sistema de ignición de pistón en el siglo XIX, que simplifica el mecanismo y reduce el tamaño del mismo, el mercado se ve inundado de estas armas, la mayoría de fabricación Inglesa y Belga.
Casco hecho en Austria perteneciente a una armadura regalo de Maximilano I a Enrique VIII. 1511-1514
Incluyo estos dos cascos por su insólito diseño y por ser o bien regalo de Maximiliano o bien propiedad del mismo, pertenecientes a la casa de Austria, pero ninguno de ellos se encuentra en la Armería.
Otra vista del anterior.
(perdonad una broma: no os recuerda a Woody Allen?)
Casco de Maximiliano de Austria.
Como detalle curioso, observad los bigotes...
No habia oido hablar nunca de ella quizas la habria debido de estudiar en el bachiller pero si es asi no me acrodaba solo habia visto la armadura de Carlos I en el Prado pero me alegro de que sea asi y me reafirma en el hecho de que Carlos I es mi preferido.
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