lunes, 11 de diciembre de 2017

VELÁZQUEZ Y LA VILLA MÉDICI EN ROMA



Esta cara (muy parecida a otra con la misma mirada que se ve en "La Rendición de Breda") seguramente sea la del pintor Diego Rodríguez de Silva y Velázquez.(1599.1660)

Originalmente atribuido al pintor y luego descrito como "Retrato de un hombre" perteneciente al taller de sus discípulos, se puede ver en el Metropolitan de New York. y una vez restaurado, limpio y analizado, han llegando a la conclusión de que sí pertenece a su mano.




La Villa Médici es un complejo arquitectónico de Roma, cuyos jardines están contiguos a los más amplios de Villa Borghese, en la colina del Pincio cerca de Trinità dei Monti.

En cuanto a la estancia de Velazquez alli, es casi seguro que Rubens (marchante de Felipe IV) impulsara el primer viaje a Italia, pues al poco de marcharse de la corte española en mayo de 1629, Velázquez obtuvo el permiso para realizar su viaje.​
El 22 de julio de 1629 le concedieron para el viaje dos años de salario, 480 ducados, y además disponía de otros 400 ducados por el pago de varios cuadros,  representando, este viaje a Italia, un cambio decisivo en su pintura.
El 21 de enero de 1649 inició su segundo viaje, embarcando en dirección a Génova, y permaneciendo en Italia hasta mediados de 1651.
Según los representantes italianos en España este viaje era para completar sus estudios, pero también con el fin de adquirir pinturas y esculturas antiguas para el rey. (Cosa que anteriormente realizaba Rubens)
También debía contratar a Pietro da Cortona para pintar al fresco varios techos de estancias que se habían reformado en el Real Alcázar de Madrid.



 La Villa Médici, fué fundada por Fernando I de Médici, Gran Duque de Toscana, y hoy día alberga la Academia Francesa en Roma desde 1803.




La Villa Medici

Las estatuas imitadas de la antigüedad, la presencia continua del agua, vegetales elegidos y ordenados y la división matemática del espacio dominada por la geometría y la simetría son los principios mismos del jardín del Renacimiento florentino.
Minerales y vegetales son tratados de la misma manera, al servicio de un mismo propósito arquitectural.
 En esta Villa con sus jardines nos encontramos con algunos de los elementos característicos del jardín italiano: organización geométrica del espacio, terraza, escalera, parterre, balaustrada, decoración escultórica de tema mitológico, el agua, gruta, plantas (árboles ornamentales, cítricos, flores, rosales, plantas en macetas)
Hay una estructura arquitectónica que rodea los muros perimetrales del jardín del cardenal Medici, tal y como podemos ver en los grabados de época.



 Gracias a sus buenas relaciones con los reyes de España, los duques  de Toscana, hospedaron en esta casa al pintor Velázquez, quien había caído enfermo con unas fiebres atribuidas a la poca salubridad del casco antiguo de la ciudad. Velázquez disfrutó de un aire más puro y de paisajes más sugestivos mientras se alojó en la Villa Médici y fué aqui, donde  pintó sus dos únicos paisajes conocidos.




1ª vista de la Villa Médici : "La entrada a la gruta" (Museo del Prado).

Ha existido cierta polémica sobre la fecha de su realización, que los primeros biógrafos de Velázquez, al considerarlo estudio inacabado, situaron durante el primer viaje del pintor a Italia entre 1629 y 1631. (incluso "La entrada a la gruta" llegó a ser considerada obra de Mazo, yerno de Velazquez,  durante algún tiempo)
Desde 1913, sin embargo, atendiendo a una sugerencia de Von Loga, la mayor parte de los especialistas atrasaron su ejecución al segundo viaje, entre 1649 y 1651, por considerar demasiado avanzada la técnica empleada en este cuadro y en el que podría considerarse su pareja, la Vista del jardín de Villa Médici con el Pabellón de Ariadna.
En apoyo de esta última hipótesis, admitida por Jonathan Brown, Enriqueta Harris advirtió que en 1648-1649 la «logia» estaba tapiada con motivo de unas obras, pero los estudios técnicos realizados en el Museo del Prado, finalmente, han venido a confirmar su ejecución en la fecha más temprana.




Detalle del retrato de Inocencio X, Pintado en 1650, durante su segundo viaje a Roma.  se encuentra en la Galería Doria Pamphili de Roma.

Hay bastantes dudas sobre la datación de las obras: Los estudiosos del siglo XIX (Curtis, Justi, Beruete) pensaron, sin ninguna reserva, que las vistas de villa Medici fueron pintadas por el artista en 1630, durante su primer viaje a Roma.
Pacheco nos dice que Velázquez tuvo el permiso del Gran Duque de Toscana para vivir en la villa durante los meses estivales. Pero, la técnica con la que fueron pintadas estas obras, muy suelta y basada en manchas de color y luz, hizo deducir a algunos investigadores (Tormo, Brown, Harris,...) que estos paisajes pudieron haber sido realizados más tarde, en 1649-1650, durante la segunda estancia de Velázquez en Italia. Parece que al final las dudas se han disipado...




Velázquez encontró en la jardinería romana algo muy distinto a los Sitios Reales de España: la idea de un jardín esencialmente arquitectónico, tal y como insistieron los antiguos, con los cipreses que tanto recomendó Plinio el Joven, las cuevas o grutas que gustaron a Alberti, o la estatuaria de las fantasías de Colonna, fueron  elementos que sin duda se daban en los jardines hispanos, pero que apenas contaban con el rigor de la organización, con la unidad formal de villa y jardín, con la perspectiva, la simetría y la proporción que imperaba en los espacios ajardinados de las quintas nobiliarias italianas



Annibale Lippi creaba Villa Medici (1557), encargada por el cardenal Ricci y completada después por el cardenal Fernando de Medici.
Los jardines se repartieron en dos terrazas, de las cuales la más alta - que todavía existe- a la derecha, tenia un montículo escalonado, plantado con tres órdenes de cipreses y coronado en la cumbre por un templete circular a modo de observatorio.




Recreación actual de la ornamentación.
Estuvo adornada con muchas estatuas antiguas, que luego pasaron en gran parte a las colecciones de los Médicis. Actualmente está bastante alterada, pero en algunas partes conserva casi íntegro el carácter del siglo XVI.



2º cuadro:  "Vista del jardín de la Villa Médici, con el Pabellón de Ariadna".

La pintura representa a dos figuras romanas en el primer plano. Ellos se están mirando el uno al otro y se encuentran en un jardín de la familia  Medici.
Una de las personas no esta de frente y no podemos ver su expresión. En el medio plano de la pintura hay un hombre que está admirando la belleza del paisaje en la distancia.
 Los tres hombres parecen ligeramente transparentes. Creo que esto se debe a que Velázquez sólo quiere que complementan el paisaje sin dominar el enfoque con las figuras.
Al fondo se muestra el paisaje italiano y varias casas a lo lejos.




Composición con el cuadro de Velázquez y el arco real.




Vista del mismo arco del oleo con la estatua de Ariadna en la actualidad

Como motivo común a los dos cuadros, Velázquez utiliza una "serliana" o estructura arquitectónica que resulta de la combinación de un hueco en el centro culminado por un arco de medio punto, flanqueado a ambos lados por sendos huecos adintelados.



Detalle de uno de los cuadros

 La "pintura de paisaje" estaba considerada un género menor, conforme a la doctrina de la «jerarquía de los géneros» que colocaba la "pintura de historia" en la cima . Velázquez, sin embargo, se había interesado por el paisaje del natural muy pronto.
Con ese carácter de estudio o "apunte" del natural, por la ligereza de su pincelada con la que apenas esboza las formas de las figuras, y el hecho de haber sido pintado a "plein air", es lo que ha hecho que estos cuadros se hayan  relacionado con los pintores impresionistas.
 Aludir al "impresionismo" moderno ante estas vistas es hoy día muy común, y desde luego ninguna pintura europea del "Seiscientos" presenta una contextura de forma-color-luz que sea un preanuncio tan claro de esa futura corriente.



 El jardin italiano:  Composición de pantallas vegetales. Château d'Ambleville.

Durante el Renacimiento italiano, la transformación del arte de los jardines se efectúa sin renunciar a los temas medievales que empleaban céspedes, emparrados, abedules y fuentes adornadas de estatuas. El jardín a la italiana se caracteriza por su capacidad para explotar el paisaje cercano. La composición de los planos horizontales en terrazas, la utilización de pantallas de vegetación cortadas crean fugas que enmarcan y ponen en valor el paisaje del campo italiano. Este modo de composición, que se encuentra en la pintura del Renacimiento italiano refleja el ideal de apertura del pensamiento humanista.




Las grutas, que no podian faltar en los jardines renacentistas representan el origen terrestre de los hombres.
A finales del S.XV se descubrió la Domus Aurea de Nerón, en Roma y los motivos grutescos que allí se encontraron, contagió a los artistas de la época.
Un ejemplo de esta tendencia es "La gruta de los animales" en la Villa de Castello, en Florencia donde intervinieron artistas como Giambologna y Ammannati.



Estatuas como la de Orfeo que encantaba a los animales (desaparecida) y aves de bronce realizadas por aquellos se admiran hoy en el Museo Barghello de Florencia , como el pavo de la imagen de Giambologna.



Los laberintos
En estos jardines, también se expresan las vicisitudes, la difícil investigación de la verdad, simbolizadas por la presencia de un laberinto.



FUENTES:

 https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/vista-del-jardin-de-la-villa-medici-en-roma/9b9584d1-6e48-49e0-9c6a-433fc2e1dbb2

https://www.ciberjob.org/jardines/reportajes/velazquez/medici.htm

https://es.wikipedia.org/wiki/Vista_del_jard%C3%ADn_de_la_Villa_M%C3%A9dici_en_Roma

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