miércoles, 21 de noviembre de 2018

MUSEO DEL PRADO


El edificio que hoy sirve de sede al Museo Nacional del Prado fue diseñado por el arquitecto Juan de Villanueva en 1785, como Gabinete de Ciencias Naturales, por orden de Carlos III. No obstante, el destino final de esta construcción no estaría claro hasta que su nieto Fernando VII, impulsado por su esposa la reina María Isabel de Braganza, tomó la decisión de destinar este edificio a la creación de un Real Museo de Pinturas y Esculturas. 
El Real Museo, que pasaría pronto a denominarse Museo Nacional de Pintura y Escultura y posteriormente Museo Nacional del Prado, abrió por primera vez al público en 1819, por lo que en 2019, será el Bicentenario del Museo y ya se han iniciado en Madrid los actos y exposiciones, que lo celebran.
Vaya mi homenaje, en esta celebración, con una selección de las obras mas relevantes, de sus pintores de distintas nacionalidades y estilos pictórico, que abarcan desde los S.XIV al XIX, con especial mención a los dos autores mas importantes para España: Velazquez y Goya.

La relación esta en orden cronológico, empezando por los mas antiguos.




 Tríptico Werl  o Santa Bárbara y San Juan con el donante

Pintado por Robert Campin 1379-1445 (llamado a veces también Maestro de Flèmalle) de la que solo se conservan dos tablas. La primera tabla representa al donante, el maestre franciscano Heinrich Werl protegido por San Juan Bautista  y la otra se trata de Santa Bárbara leyendo



La Anunciación

 Fra Angelico 1390-1455,  realizó  esta pintura  en el convento de Santo Domingo en Fiésole después de haberse convertido en dominico. Es considerada una de las primeras obras maestras del artista y  es por eso que hay aún, pequeños defectos en su realización, como el escaso manejo de la perspectiva y un limitado conocimiento de anatomía.



El descendimiento

Este retablo de Roger van der Weyden 1400-1464, es una de las grandes joyas del Museo del Prado. Esta obra fue pintada para la capilla de Nuestra Señora Extramuros de Lovaina y fue comprada en 1549 por María de Hungría, pasando después a las manos de su sobrino Felipe II.



Santo Domingo de Silos entronizado como obispo

El aragonés Bartolomé Bermejo 1440-1501 pintó este cuadro, de gran tamaño durante el periodo gótico, considerad la obra mas importante del estilo hispano-flamenco. El pintor utilizó el pan de oro al modo de los iconos bizantinos, lo que es típico de la pintura medieval, en particular en España.



La historia de Nastagio degli Onesti 

Sandro Botticelli 1445-1510, representa en este ciclo (son en realidad cuatro cuadros) la historia de Boccaccio, que decoraron unos cassoni o baules nupciales, donde se narraban historias de contenido moralizante, para las parejas. Otros expertos piensan que se encastraban en las paredes a manera de boisserie y se cree que fué un regalo que Lorenzo el Magnífico le hizo a los novios en cuestión.



Tríptico del Jardín de las Delicias

Esta pintura de el Bosco 1450-1516, una de las más fascinantes de la Historia del Arte, forma parte de la exposición permanente del Museo del Prado. El tríptico dedica el panel izquierdo al Paraíso terrenal, el panel del centro retrata el mundo del pecado y en el derecho se representa el Infierno. Es una obra de carácter moralizante, llena de fantasía y con una composición aparentemente caótica, plena de pequeños detalles, que la hacen increíblemente fascinante.



La mesa de los pecados capitales

El Bosco 1450-1516, Las dos filacterias situadas arriba y abajo del círculo central, con textos en latín extraídos del Deuteronomio, que advierten de las consecuencias del pecado. La primera, entre los tondos de la Muerte y el Juicio Final, y  La segunda, entre el Infierno y la Gloria, Los tres textos que figuran en esta obra ponen en relación la omnipresencia de Dios, la libertad del hombre y las consecuencias del pecado.
El Bosco incluyó en ella cinco círculos. En el centro del mayor de ellos, semejante a un gran ojo o al interior de un espejo cóncavo, se representa a Cristo saliendo de la tumba.
También, el pintor representó los siete Pecados Capitales, todos ellos identificados por una inscripción. El Bosco incorporó aquí situaciones tomadas de la vida cotidiana y personas de distinta extracción social para transmitir su enseñanza moral, y todo ello observado por el ojo de Cristo, que todo lo ve.




La Crucifixión

Esta obra de Juan de Flandes 1465-1519 fue un encargo del obispo Juan Rodríguez de Fonseca para el retrablo mayor de la catedral de Palencia. Después de haber sido retirada del retablo en 1559  Desde 2005 la pintura se encuentra en el Museo del Prado.



Autorretrato

 Alberto Durero 1471-1528  Fué uno de los mejores autorretratos que realizó el artista en 1498 cuando tenía 26 años, aunque fué el de tamaño mas pequeño. Está vestido elegantemente, muy escotado, con el cabello y la barba muy cuidados, aspecto que expresa la idea de Durero de enaltecerse, pretendiendo ser algo más que un mero artesano, dado que en aquel tiempo, los artistas tenían una imagen poco estimada al ser tenidos por tales.




Adán y Eva

Durero realiza ambas tablas al regreso de su segundo viaje a Italia en 1505 y ambas suponen un intento de sintetizar las enseñanzas recibidas, buscando un equilibrio entre italianismo y germanismo, a fin de alcanzar la perfección ideal del cuerpo humano, para lo que el asunto bíblico es un simple pretexto. Su conocimiento del desnudo clásico raya a una altura prodigiosa y el dibujo revela su pulso del grabador que era.



Cristo muerto sostenido por un ángel

 Antonello da Messina 1430-1479 En esta pintura, de gran virtuosismo técnico, conviven detalles minuciosos de origen nórdico, perceptible en el paisaje o el cabello de Cristo, con un tratamiento escultural de la anatomía y una preocupación por el volumen y la perspectiva claramente meridionales.



El tránsito de la Virgen

Mantegna 1431–1506  Fué una de las grandes personalidades del Quattrocento, se formó en Padua con los humanistas de la universidad paduana, junto a esta fascinación por el clásico, y la influencia de los pintores de su generación, como  Donatello en Padua además de su contacto con la pintura veneciana ( se casó con la hija de Jacopo Bellini), completan el panorama donde se desarrolló la formación y primera etapa profesional de Mantegna.
Mas tarde se trasladó a la corte de Ludovico Gonzaga en Mantua. donde pintó entre otras el Tránsito de la Virgen.



El paso de la laguna Estigia

Patinir  1480 - 1524   Esta pintura de Patinir destaca por su originalidad y su composición, distinta a la habitual, formada por planos paralelos escalonados. Favorecido por el formato apaisado de la tabla, el autor divide verticalmente el espacio en tres zonas, una a cada lado del ancho río, en el que Caronte navega en su barca con un alma.



Sagrada Familia con Rafael, Tobías y San Jerónimo, o Virgen del pez.

 Rafael Sanzio 1483-1520 La Virgen María sostiene al Niño Jesús en su regazo sentada sobre un trono con San Jerónimo a la derecha vestido de cardenal, leyendo la Vulgata de la Biblia , que tradujo. El Arcangel Rafael con Tobias que sostiene el pez , para curar la ceguera de su padre.



El Cardenal. 

Rafael Sanzio 1483-1520 Desde que se atribuyó la pintura a Rafael y quedó claro que el retratado no era Antonio Granvela, la crítica ha intentado esforzadamente identificar a este prelado. Hay muchas teorías y dudas, pero lo cierto es que lo que llama la atención, ademas de su perfecta ejecución es la capacidad de Rafael para plasmar a un perfecto cardenal del Renacimiento sin renunciar a su  singular fisonomía. El color rojo de la seda recuerda a los de la pintura veneciana.



Danae y la lluvia de oro

Tiziano Vecellio 1490-1576 Las primeras "poesías" (Llamamos poesías, dentro del conjunto de la obra de Tiziano, a un grupo de pinturas de tema mitológico que llevó a cabo para Felipe II entre 1553 y 1562.)  fueron Dánae (1553, The Wellington Collection) y Venus y Adonis (1554, Museo del Prado, P422),  Esta es una version de las anteriores. En el cuadro, Dánae ilustra el momento en que Júpiter la posee en forma de lluvia de oro. 



Carlos V en la batalla de Mülhberg

Tiziano Vecellio 1490-1576   El retrato conmemora la victoria de Carlos V sobre la Liga de Smalkalda en Mühlberg el 24 de abril de 1547. Carlos va pertrechado al modo de la caballería ligera, con media pica y pistola de rueda. Lleva una armadura realizada hacia 1545 por Desiderius Helmschmid (1513-1579), en cuyo peto, y como era habitual desde 1531, aparece una imagen de la Virgen con el Niño.



Virgen con el Niño y San Juanito

Luis de Morales 1509​-1586  En este oleo, mientras el Niño duerme plácidamente con su mano derecha apoyada sobre un cestillo de diminutos frutos -quizá fresas silvestres-, símbolo de su futura Pasión, la Virgen trata de protegerlo de las inoportunas moscas cubriéndolo con un velo transparente sobre el que se ha posado una de ellas.



María Tudor, reina de Inglaterra, segunda mujer de Felipe II

Antonio Moro 1516 -1576  El pintor muestra a la reina de tres cuartos en un sillón de terciopelo carmesí, símbolo de la soberanía, magníficamente bordado contra lo que es habitual, dispuesto en un plano oblicuo para aumentar la profundidad espacial, sosteniendo la rosa roja de los Tudor en la mano derecha y guantes de pedrería en la izquierda. Lleva un traje rameado gris, un sobretodo morado, el tocado, los puños y el cinturón cubiertos de perlas y piedras preciosas y la joya que le regaló el príncipe Felipe en el cuello.



El lavatorio

Tintoretto 1518 - 1594  En 1547 la Scuola del Santísimo Sacramento de la iglesia de San Marcuola en Venecia encargó a Jacopo Tintoretto El Lavatorio y una Última Cena, aún «in situ». Estas «scuole» estaban dedicadas a fomentar el culto a la Eucaristía. El lavatorio es fruto de un concienzudo proceso creativo. Tras trazar el escenario, Tintoretto introdujo los personajes pensando en el punto de vista del espectador. Ello explica que, si bien al contemplar frontalmente el lienzo los personajes aparecen distribuidos aleatoriamente, la impresión cambie al mirarlo desde la derecha



El triunfo de la Muerte

De Pieter Bruegel el Viejo 1525-1569  es una obra moral que muestra el triunfo de la Muerte sobre las cosas mundanas, simbolizado a través de un gran ejército de esqueletos arrasando la Tierra. Al fondo aparece un paisaje yermo donde aún se desarrollan escenas de destrucción. En un primer plano, la Muerte al frente de sus ejércitos sobre un caballo, destruye el mundo de los vivos, quienes son conducidos a un enorme ataúd, sin esperanza de salvación



El caballero de la mano en el pecho

El Greco 1541-1614 pintó un grupo de retratos de caballeros del que forma parte esta obra. Esta pintura es una de las más emblemáticas del artista por haber sido una de las primeras que realizó en España y por haber estado expuesta desde época temprana en la pinacoteca



La adoración de los pastores

Es una de las obras más importantes de la producción tardía del pintor; destinada al que iba a ser el panteón familiar dentro de la Iglesia Conventual de Santo Domingo el Antiguo, en Toledo. Para tal efecto, el artista recuperó un tema que había tratado en diversos momentos de su carrera, un símbolo de resurrección y eternidad que acompañaría los restos del pintor, probablemente autorretratado en el pastor del primer término



David cortando la cabeza a Goliat

Caravaggio 1571-1610  Corresponde al momento cuando el joven pastor David da muerte con su honda al gigante Goliat y le corta la cabeza para exhibirla en triunfo. El episodio de atar los cabellos del gigante para mostrar la cabeza carece de antecedentes iconográficos y no tiene mención explícita en el texto bíblico. Es una muestra más de la originalidad de Caravaggio y de su independencia.



Las tres gracias

Esta obra de Rubens 1577-1640  representa a las hijas de Júpiter y Eurymone, símbolos de la belleza ideal y la sensualidad barroca. Hesíodo relacionó en la Ilíada a estas muchachas con la diosa Afrodita, convirtiéndose en las representantes de la fertilidad, la sexualidad y el amor. El artista había recogido en otras doce obras este tema, del que era gran conocedor, pero es en este cuadro pintado entre 1630 y 1635 donde muestra la maestría técnica de su etapa final



El sueño de Jacob

Esta pintura de Ribera 1591-1652 retrata un famoso episodio de la vida de Jacob, interpretado en numerosas obras a lo largo de los siglos. El artista decide mostrar con un pastor cansado este episodio, huyendo de las grandiosas representaciones barrocas



Bodegón con alcachofas, flores y recipientes de vidrio

Juan van der Hamen 1596-1631  perteneció a Diego Mexía Felípez de Guzmán, marqués de Leganés, cuya colección se componía de cerca de 1.300 obras, algunas realizadas por los más importantes pintores europeos de la época, entre las que había numerosos bodegones y escenas de género de autores flamencos. Van der Hamen estaba representado por nueve bodegones, adquiridos probablemente tras la muerte del artista, y cuya gran calidad da fe de la clarividencia del buen gusto de su distinguido propietario.El motivo principal de este cuadro, un gran jarrón de cristal con flores, está acompañado de un jarrón más pequeño, igualmente de cristal, con rosas



Agnus Dei

Zurbarán 1598-1664 Un fondo oscuro y una mesa gris es el escenario donde se expone el motivo único del cuadro: un cordero merino de entre ocho y doce meses de vida. Se encuentra todavía vivo, tumbado y con las patas ligadas con un cordel, en una actitud inequívocamente sacrificial, que curiosamente recuerda famosas imágenes de santos martirizados, como la escultura de Santa Cecilia de Maderno  (Roma)



La aparición de San Pedro a San Pedro Nolasco

Zurbarán 1598-1664   San Pedro Nolasco fue el fundador de la orden de Nuestra Señora de la Merced o mercedarios, cuyo objetivo principal era el rescate de cristianos cautivos de los musulmanes. El convento de la Merced Calzada para el que se pintó esta obra había sido fundado por Fernando III en 1249, el año de la muerte de Pedro Nolasco, pero se reconstruyó por entero en las primeras décadas del siglo XVII. En agosto de 1628 Zurbarán recibió el encargo de pintar veintidós escenas de la vida del santo, con motivo de su canonización



Fundación de Santa María Maggiore de Roma. El sueño del patricio Juan

Bartolomé Esteban Murillo 1617-1682 Esta obra y su pareja, El patricio revela su sueño al papa Liberio , se cuentan entre las obras más renombradas de Murillo. Los dos medios puntos estaban destinados a colocarse bajo la pequeña cúpula de la recién remodelada iglesia sevillana de Santa María la Blanca en 1665, y en ellos Murillo representa la historia de la fundación de la basílica romana de Santa María Maggiore. Ambas obras narran, según una antigua leyenda medieval, el origen de la mencionada iglesia matriz de Santa María de las Nieves de Roma, que tuvo lugar en el siglo IV durante el pontificado del papa Liberio.


Las Meninas

La obra maestra de Velázquez 1599-1660, pintada en 1656 en el Cuarto del Príncipe del Alcázar de Madrid, en la que representa a la familia del rey Felipe IV, es una de las pinturas imprescindibles y que más miradas atraen en el Museo del Prado. Este retrato de grupo con una cuidadísima composición, en el que se representan varias acciones a la vez y se juega con el acto de ver y de representar, es una de las grandes obras de la historia del arte occidental, que se podría comentar durante horas, pero que en este resumen, no cabe hacerlo...se merece otro lugar.

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La rendición de Breda

Velázquez 1599-1660   El 5 de junio de 1625 Justino de Nassau, gobernador holandés de Breda, entregó las llaves de la ciudad a Ambrosio Spínola, general genovés al mando de los tercios de Flandes. La ciudad tenía una extraordinaria importancia estratégica, y fue uno de los lugares más disputados en la larga pugna que mantuvo la monarquía hispánica con las Provincias Unidas del Norte


Las hilanderas o la fábula de Aracne

Velázquez 1599-1660  El cuadro es fruto de dos actuaciones realizadas en épocas diferentes. Velázquez pintó la superficie ocupada por las figuras y el tapiz del fondo, y durante el siglo XVIII se añadieron una ancha banda superior (con el arco y el óculo) Esas modificaciones han afectado a la lectura del contenido, pues dieron como resultado que la escena que transcurre ante el tapiz (la fábula de Aracné) se perciba más alejada y en consecuencia, durante mucho tiempo los espectadores del cuadro han visto en él exclusivamente la representación de una escena cotidiana en un taller de tapicería 



Los borrachos, o El triunfo de Baco

Velázquez 1599-1660   Era la primera vez que el pintor,se enfrentaba a una fábula mitológica, y para ello recuperó gamas cromáticas, métodos descriptivos y tipos humanos propios de sus años sevillanos, que conviven con importantes novedades formales. Esas circunstancias convierten Los borrachos en una obra, que inaugura una temática que estará presente hasta los últimos años de la carrera del pintor, y al mismo tiempo mantiene numerosas deudas con su pasado. El personaje principal es Baco, que dio al pintor la oportunidad de representar uno de sus primeros desnudos masculinos.



El Cristo

Velázquez 1599-1660   Estilísticamente la obra parece ejecutada a comienzos de la década de 1630, poco después del regreso del artista de Italia. Cristo está clavado a la cruz con cuatro clavos, siguiendo la fórmula pictórica que Pacheco defendía. Se pintó por encargo de un cortesano de Felipe IV, para el Convento de San Plácido de Madrid, que él mismo había fundado en 1623, que según se dice debido a una investigación abierta por la Inquisición sobre la relación personal del cortesano Villanueva, con las presuntas prácticas heterodoxas del capellán y las monjas de San Plácido. En Madrid es muy popular la versión que el cuadro lo regaló el rey al convento, para purgar el asedio al que sometió a una monja.  Otra versión menciona a unos judios portugueses, que profanaron otro crucifijo.



Pablo de Valladolid

Velázquez 1599-1660  En el mundo de los bufones palaciegos se distinguía entre aquellos cuyo atractivo residía en sus taras físicas o mentales y los que, desprovistos de esas taras, tenían como oficio divertir con su ingenio o personalidad. Entre estos últimos se contaba Pablo de Valladolid, que nació en Vallecas y estuvo al servicio de la Corte desde 1632. En este cuadro aparece en una actitud declamatoria que hizo que durante mucho tiempo la pintura fuera identificada como el cómico. El bufón, se alza sobre un espacio indeterminado apenas sugerido por la tenue sombra que arroja su cuerpo y da la impresión de que flota



Judit en el banquete de Holofernes (antes Artemisa)

 Rembrandt 1606-1669   El Museo del Prado alberga en su colección una de las obras más interesantes de este gran pintor.
 Entre 1633 y 1636 el artista holandés pintó una serie de alegorías personificadas con heroicas mujeres, es decir, diosas o heroínas de la Antigüedad y del Antiguo Testamento que Rembrandt pintó entre 1633-1635. Hay que precisar que según las últimas investigaciones, el título Artemisa es erróneo y en realidad la obra representaría una escena bíblica: Judit en el banquete de Holofernes.  Sobre un fondo oscuro se impone la figura de una mujer suntuosamente engalanada con un vestido bordado de mangas abombadas y largas, jubón de seda blanca con bordes y cierres de pasamanería dorada, y amplio cuello de armiño adornado con una cadena de oro engastada con rubís y zafiros.



Sir Endymion Porter y Anton van Dyck 

Anton Van Dyck 1549-1641 Endymion Porter, protector y amigo de Van Dyck, fue secretario del duque de Buckingham y un importante diplomático de la corte inglesa. Gran aficionado a las artes, fue el encargado de adquirir obras para la colección del rey Carlos I, siendo uno de los mejores apoyos del artista durante su estancia en Londres.
El aristócrata aparece de frente y vestido de satén blanco, mientras que el pintor, de negro, está situado de perfil, más bajo, para no destacar por encima de la figura del aristócrata.

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Inmaculada Concepción

Esta pintura de Tiépolo 1696-1770 fue un encargo de la corona en 1767 para la Iglesia de San Pascual de Aranjuez. Esta obra formaba parte de un grupo de 7 pinturas que iban a decorar el nuevo templo de fundación real. En ellas se representaban algunos de los elementos de devoción de los franciscanos, como la Inmaculada Concepción que aparece en esta obra.



La familia de Carlos IV

Francisco de Goya 1746-1826 pintó este cuadro, perteneciente a la magnífica serie de retratos reales iniciada por Goya en septiembre de 1799 resultado del nombramiento de Goya como primer pintor de cámara, premio máximo en la carrera oficial de un artista.
Goya colocó a los catorce personajes que aparecen en el cuadro de la Familia en un austero interior sin alfombras, decorado en su pared del fondo, la única visible, con dos monumentales pinturas cortadas en sus bordes laterales y superior. El cuadro se basa, como se ha afirmado frecuentemente, en la célebre Familia de Felipe IV de Velázquez, conocida desde el siglo XIX como "Las meninas"



La Condesa de Chinchón

Francisco de Goya 1746-1826   La Condesa, de nombre María Teresa de Borbón y Vallabriga, nacida el 26 de noviembre de 1780 se casó con Godoy por deseo de su tio el rey Carlos IV.  En esos años finales del siglo XVIII, Goya fue requerido también por Godoy y en 1800 fué cuando pintó este cuadro En él, la condesa, casi una niña,  viste un elegante vestido de gasa blanca decorada con pequeñas flores.  Una curiosidad es que en el estudio técnico del cuadro, después de su adquisición por el Museo, ha revelado que fue pintado encima de un lienzo ya utilizado por Goya, en el que se identifica plenamente en su radiografía un retrato en pie de Godoy.



La maja desnuda

Francisco de Goya 1746-1826   Este cuadro y su compañera, la maja vestida aparecían como decoración de sobrepuerta en el gabinete secreto del Palacio de Godoy, que se citaban asimismo como "Venus", identificación que, ya después de la muerte de Goya, hacia 1830, repetía Javier Goya, hijo del artista, que aludía a "las Venus que pintó para el Príncipe de la Paz"estando en compañía de la famosa Venus del espejo de Velázquez y de otras dos atribuidas a Tiziano.
También en el siglo XIX se fue abriendo paso, junto a la leyenda de los amores de Goya con la duquesa de Alba, que la modelo era retrato de esta última, aunque Pedro de Madrazo pareció identificarla, también sin fundamento, con Pepita Tudó, que era la amante de Godoy en los años en que La maja desnuda fue pintada.

 

El quitasol

Francisco de Goya 1746-1826  pintó este cartón para tapiz cuyo motivo principal es una elegante joven, a la que un majo protege del sol con una sombrilla o quitasol. El tapiz  de este cartón colgaba en el comedor de los príncipes de Asturias (el futuro Carlos IV y su esposa María Luisa de Parma) en el Palacio de El Pardo en Madrid. La serie de la que forma parte se componía de diez tapices de asuntos "campestres" (todos conservados en el Museo del Prado) y que se habían realizado con muchos otros, en la Real Fábrica de Tapices de Madrid.



Los fusilamientos del 3 de Mayo

Francisco de Goya 1746-1826  representó uno de los acontecimientos más terribles durante el levantamiento contra los franceses, los fusilamientos del 3 de mayo en la montaña de Príncipe Pío. Los patriotas se enfrentan ahora aquí, sin salvación ni ayuda, al pelotón de ejecución, formado por granaderos de línea y marineros de la guardia con uniforme de campaña y capote gris, reflejándose el miedo de distintas formas en cada uno de los que van a ser fusilados. Llegan en oleadas desde la ciudad, en una fila interminable que termina con su muerte.



Saturno devorando a sus hijos

Francisco de Goya 1746-1826   El conjunto de catorce escenas al que pertenece esta obra se ha popularizado con el título de Pinturas Negras por el uso que en ellas se hizo de pigmentos oscuros y negros y, asimismo, por lo sombrío de los temas. Decoraron dos habitaciones, en las plantas baja y alta, de la conocida como Quinta del Sordo, casa de campo a las afueras de Madrid, junto al río Manzanares. Las Pinturas Negras se pintaron directamente sobre la pared seca, no al fresco, y en la mezcla de los pigmentos se utilizó el óleo.



El perro semihundido

Francisco de Goya 1746-1826   Esta escena se tituló "Un perro", en el inventario de las obras en propiedad del hijo de Goya, redactado en fecha indeterminada, a mediados del siglo XIX.
Decoraba una de las paredes laterales en la sala de la planta alta de la Quinta del Sordo, junto con una escena titulada "Dos brujas",y se describió, y en este casó se ilustró, por primera vez, junto con el resto de las escenas, en la monografía de Charles Yriarte sobre el artista, de 1867, con el título de "Un perro luchando contra la corriente". En el catálogo del Prado de 1900, se le dio el título de "Perro semihundido"  El cuadro, muy austero, solo presenta la cabeza de un perro escondida o hundida sobre un plano inclinado de ocre oscuro y un espacio vertical en ocre más claro, todo ello exento de cualquier otra figura. La mirada de la cabeza del perro se dirige hacia arriba, y podría representar la soledad



FUENTES:

http://www.rtve.es/alacarta/videos/mirar-un-cuadro/

https://www.museodelprado.es/coleccion

https://www.museodelprado.es/aprende/biblioteca/biblioteca-digital/fondo/catalogo-de-los-cuadros-del-museo-del-prado-de/22500183-a78e-434b-be11-b2281adbfc2a


BIBLIOGRAFÍA:

"El Libro del Prado" Editado por el Museo del Prado.



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